Monday, August 11, 2008

Análisis transaccional

a) Estados del Yo.

El fundador del Análisis Transaccional Eric Berne (1979) define los Estados del Yo como “sistemas coherentes de pensamiento y sentimientos manifestados por los correspondientes factores de conducta”.

Berne observó que las personas que nos rodean cambian ante nuestros ojos como si en cada una de ellas hubiera varias personas distintas. A veces, estos cambios son totales. Se dio cuenta que incluían la conducta exterior e interiormente iban acompañados de sentimientos y pensamientos coherentes con lo expresado hacia fuera, a través de gestos, palabras, posturas corporales, etc. Tales Estados se activan desde dentro o desde fuera de la persona.

Los Estados son tres: el Niño (N), sede de los sentimientos y emociones, por el que sentimos, hablamos, actuamos, nos emocionamos al modo como lo hacíamos cuando éramos niños. El Adulto (A), caracterizado por la objetividad, la lógica, el cálculo de posibilidades. Y el Padre (P), que actúa cuando se piensa, aconseja, ordena al modo como lo hacían nuestros padres o aquellos que ocupaban su lugar.

El Padre, el Adulto y el Niño constituyen un solo Yo, o una sola Personalidad, triplemente expresada.

La manera de representar los Estados es a través de un diagrama de tres círculos superpuestos.



Análisis Estructural de los Estados del Yo

Estado del Yo PADRE

Es función del Padre transmitir la cultura, la tradición. El individuo registra como en una cinta magnetofónica sus vivencias desde el nacimiento y, quizás antes, las recomendaciones, consejos, hábitos, leyes de conducta verbal o no verbal.

El Padre actúa moralizando de manera primitiva y absoluta y de modo estereotipado y dogmático. También es cálido, permisivo y alienta la conducta de los demás, expresando solicitud y preocupación.

El Padre ausente en su parte crítica positiva puede producir irresponsabilidad en los hijos. Un Padre ausente en su parte nutricia puede hacer que el sujeto no sepa tratar ni cuidar a los demás.

Berne afirma que en este estado el individuo “siente, piensa, actúa, habla y responde igual que lo hacia su padre o su madre cuando él era pequeño”.

Hay una serie de manifestaciones externas que ayudan a identificar cuando el interlocutor está en el Estado de Padre: Expresiones conductuales como señalar con el dedo acusadoramente, manifestarse con el ceño fruncido, mirar “desde arriba” con los brazos cruzados sobre el pecho, son típicos del Padre. Estas expresiones pueden ir acompañadas con mensajes verbales como: deberías... siempre... nunca...

Estado del Yo ADULTO

El Adulto es el Estado del Yo en el cual se aprecia la realidad interna y externa a la personal de manera racional y lógica. El Adulto esta preocupado principalmente por la transformación de estímulos en elementos de información y por el proceso y la clasificación de esta información sobre la base de la experiencia anterior. El estado Adulto “se caracteriza por una serie autónoma de sentimientos, actitudes y normas de conducta que se adaptan a la realidad corriente”.

En la evolución psicológica de las personas el Adulto empieza a formarse desde los 10 meses de vida, cuando el niño empieza a moverse de manera autónoma y a manipular objetos.

El símil empleado por los analistas transaccionales para explicar las funciones del Adulto es el de un procesador de datos. “Es la parte de nuestra personalidad a través de la cual procesamos la información de manera objetiva, pide y da información de la realidad. Es la parte racional, ubicada en el neocórtex de nuestro cerebro. Esta orientada al pensar”.

De acuerdo con Berne, el Adulto cuenta con una triple fuente de información. Los datos propios adquiridos por las experiencias pasadas, sentidas y vividas por el Adulto desde los primeros meses; los datos adquiridos en la situación social en la que se encuentra y los datos internos suministrados por el Padre interno a través de las normas y valores y por el Niño con sus sensaciones y emociones.

Estos tres cauces de información le sirven al Adulto para reflexionar, pensar y decidir o emitir la respuesta mejor posible en cada situación.

Todos tenemos un Adulto, y su importancia es fundamental. Por él, las personas pueden captar, comprender e interrogar la realidad de las cosas, analizarlas e interpretarlas de modo lógico y racional.

Estado del Yo NIÑO

El Estado de Yo Niño está formado por las necesidades, sentimientos, emociones y pulsiones del individuo. Es lo biogenético. Es todo el bagaje de experiencias y sentimientos vividos en los primeros años de vida en contacto con los padres y personas mayores que vivían a su alrededor.

El Niño es el primer Estado en aparecer. Se inicia con el nacimiento. Si el Padre es lo aprendido, y el Adulto es lo pensado y lo razonado, el Niño es una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que son reliquias de la propia infancia del individuo. El Niño es un estado del Yo que es una reliquia arcaica de un período temprano significativo de la vida.

Las funciones del Niño emergen de la biología o la propia vitalidad innata, en búsqueda de la satisfacción de las necesidades orgánicas: emociones naturales como la alegría, el afecto, el miedo, la tristeza y la rabia; los impulsos primarios como comer y gozar de la vida; satisfacer la curiosidad, la creatividad. Al hablar de emergencia de las funciones no olvidamos su aprendizaje. La alegría o el miedo también se pueden aprender por experiencia social, por observación de modelos.

La importancia del Niño reside en que él posee lo más vital y creativo que impele con su fuerza biológica y emocional a alcanzar las metas satisfactorias en la vida.

b) Transacciones.
Una transacción consiste en un solo estímulo y una sola respuesta, verbal o no verbal, es la unidad de acción social. Se llama transacción o conciliación porque cada parte gana algo con ella, y por eso entra en ella. Todo lo que ocurra entre dos o más personas puede descomponerse en una serie de transacciones individuales, y esto da todas las ventajas que consigue cualquier ciencia, cuando tiene un sistema de unidades bien definido.

Si una o dos personas se encuentran en un juego social, tarde o temprano alguna de ellas hablará o dará alguna serie de reconocimiento de las otras. Esto es llamado estímulo transaccional. Entonces, otra persona dirá o hará algo que está de algún modo relacionado con este estímulo, y por eso se llama respuesta transaccional.

Las Transacciones se realizan desde el Estado del Yo del que estimula y el Estado del Yo del que responde. En la Transacción no basta afirmar un estímulo sino también desde qué Estado del Yo procede y hacia qué Estado del Yo se dirige. Lo mismo hay que decir de la respuesta: debe considerarse su dirección: de qué Estado procede y a cual responde. Las Transacciones pueden ser verbales y no verbales.

Clasificación de las Transacciones

1) Transacción Complementaria. Son simples, pues solo interviene un único Estado del Yo de cada una de las personas interactuantes. Son abiertas, la respuesta es la esperada por el estímulo. Son paralelas, complementan sin interrupción la comunicación entre los Estados del Yo. Son abiertas, directas, y no bloquean la comunicación que hace fluida y agradable la relación entre las personas.
2) Transacción Cruzada. Son aquellas en que la respuesta transaccional del estimulado no proviene del Estado del Yo al que el estímulo transaccional se dirigió. La respuesta llega a otro Estado del Yo. No es complementaria. Es una respuesta que bloquea la comunicación. Se llaman cruzadas porque, efectivamente, estímulo y respuesta se cruzan.
a. Transacción Transferencial. En esta transacción el estímulo es de Adulto a Adulto. Se pide información, pero aparece el Niño, como si fuera Padre-Niño y por esto este responde Niño-Padre. En vez de datos recibimos una reacción emocional de rebeldía o de sumisión. Esta es la típica Transacción transferencial psicoanalítica, donde el paciente “transfiere” o proyecta a su Padre interno sobre el terapeuta.
b. Transacción Contratransferencial. Esta vez el Estado Adulto del emisor es cruzado por el Estado Padre del receptor. Las personas con tendencia a este cruce están acostumbradas o han desarrollado en exceso al Padre Critico o Protector. Así están persiguiendo o salvando, pero no computan y resuelven los problemas. Poseen una rigidez en el Estado Padre y una debilidad grande en el Adulto. El analista o terapeuta y todo el que fomenta estas transacciones se posiciona generalmente en niveles de autoridad, no desarrollando el Adulto de sus interlocutores, sino que amenazan constantemente con su posición autoritaria o condescendiente.
c. Transacción Deshumanizada. Es la inversa de la Transferencial. Aquí se pide ayuda y solo se reciben datos. El Niño pide a un Padre que le de ayuda, comprensión, calor y solo halla datos fríos, computados, del adulto.
d. Transacción Insolente. Es la inversa de la Contratransferencial. Se espera sumisión, docilidad, comprensión sincera, no salvadora, ante contenidos éticos y responde un Adulto frío. Berne la llama “Insolencia” porque para el Padre que se ofrece a ayudar y nutrir adecuadamente, la respuesta fría del Adulto parece un desafió a las actitudes de aquel que emite el estímulo.
e. Transacción del Infinito. Consiste en emitir el estímulo de Padre Critico al Niño Libre o adaptado y cruzar la respuesta de Padre Critico o a Niño Libre o Adaptado. Este cruce se produce siempre que se responde a una agresión o reproche con otra agresión o reproche. Es cruzada y puede durar indefinidamente. Es un círculo vicioso, dándose “un circuito de mutuo refuerzo del ‘estar mal’, procurando que el otro se sienta peor, para sentirse uno mejor”.
f. Transacción de quejas o lamentos mutuos. Esta Transacción es parecida a la anterior. Pero, en vez de críticas, ataques o reproches, se dan ayudas para protegerse mutuamente, careciendo, sin embargo, de interés por el otro. En estas Transacciones, cada Niño pide protección y el otro responde quejándose a su vez.

3) Transacción ulterior. Las Transacciones Ulteriores son las más complejas y las que están en la base de los juegos psicológicos. “Son aquellas en cuyo estímulo y/o respuesta interviene simultáneamente más de un Estado del Yo”.
Hay mensajes dobles. Unos son ocultos, psicológicos y otros son visibles, sociales. Los dos mensajes suponen dos niveles y la acción simultanea de más de un Estado del Yo.
El nivel social que es el evidente, publico y visible parecido al nivel de las Transacciones ya estudiadas. Suele expresarse de modo verbal. Y el estímulo puede interpretarse literalmente.
El nivel psicológico que es oculto, encubierto precisamente por el nivel social. Es más útil y menos perceptible. Su contenido no se puede admitir al pie de la letra sino en sentido racional. “En la Transacción Ulterior cabe efectuar tanto un análisis del contenido vinculado con él que del mensaje como uno del proceso que brinda el como del mensaje, la relación que se desea establecer. Este nivel se manifiesta por el gesto, el tono de voz, o sea, por aspectos no-verbales de la Transacción.
Estos dos niveles hacen importantes a estas Transacciones. El estímulo social distrae al Adulto del que lo recibe y el Niño y el Padre quedan influidos, enganchados por el estímulo psicológico. Incluso el que emite el estimulo psicológico, oculto, lo hace de tal modo que no es percibido por su propio Adulto.
a. Transacción Angular. Es un estimulo doble, en Angulo. El estímulo social, aceptable, y el estímulo oculto bajo el social, que pretende enganchar al Padre o al Niño del otro. Un adulto mal informado, ingenuo, o un Padre con flaqueza para salvar o perseguir, o una fuerte energía del Niño Adaptado, hacen posible la manipulación que se da con esta Transacción.
b. Transacción Doble. Son dos Transacciones que involucran cuatro Estados del Yo. Dos Estados del emisor del estímulo y dos Estados para el receptor que responde. Las flechas pueden ser paralelas o pueden cruzarse.

Reglas de comunicación de Berne:
Primera: Si las Transacciones son complementarias, la comunicación continúa indefinidamente, hasta cumplir su objetivo.
Segunda: En las Transacciones cruzadas, la comunicación se interrumpe. Se corta, o bien sigue otro rumbo.
Tercera. En las Transacciones Ulteriores lo que cuenta es el nivel psicológico; lo que sigue se decide en el nivel oculto; lo que se envía por ese canal es lo que importa.

c) Juegos Psicológicos.
Un juego es una serie de transacciones ulteriores, complementarias, que progresan hacia un resultado previsto y bien definido. Descriptivamente, es un conjunto de transacciones recurrentes, frecuentemente prolijas, superficialmente plausibles, con una motivación oculta; o en un lenguaje familiar, una serie de jugadas con una trampa o truco.

Las palabras de Berne nos ofrecen tres aspectos básicos que están en el fundamento de todo juego transaccional y que hacen que las transacciones puedan ser consideradas como juego:

a. Que son transacciones complementarias muy repetidas, a veces continuamente.
b. Pero que en ellas apreciamos características ulteriores, es decir, se da una transacción oculta o ulterior: transacciones que implican estímulos y respuestas bien visibles y socialmente explicables y –a la par- algo socialmente oculto o de doble fondo, algo de trampa. En el desarrollo del juego se revelará la trampa oculta que conlleva el mensaje subyacente del mismo.
c. Y que concluyen en “ganancias” en caricias; estas, al provenir de transacciones ulteriores son caricias negativas.

El empleo de la palabra juego no debe despistarnos y hacernos creer que nos referimos a diversiones o entretenimientos. La palabra “juego” no indica diversión, sino más bien un dinamismo dramático en el ámbito de las relaciones de los individuos.

a) Guión de Vida.
Definición: Según el médico psiquiatra canadiense Eric Berne, la mayoría de las personas actuamos siguiendo un guión de vida independientemente de si nos sentimos o no identificados con el personaje asignado. La voluntad de generar cambios en uno mismo y en las circunstancias es la vía para escribir nuestra propia historia.
Eric Berne observó que todas las personas a las que acompañaba en su proceso de terapia psicológica actuaban siguiendo lo que él denominó un "guión de vida", que es como el argumento preestablecido de una obra dramática que la persona se siente obligada a representar, independientemente de si se identifica o no con su personaje. Y es que cuando uno está representando un guión, lo que hace es actuar según la definición del personaje que ha sido escrita por otro. Según las investigaciones llevadas a cabo por Berne en su experiencia como psicoterapeuta, el guión de vida lo establece el niño durante su infancia, bajo la influencia, sobre todo, de sus padres y otras figuras parentales. Dicho guión se va reforzando por las diferentes experiencias y acontecimientos que el niño va viviendo a medida que crece.
Afortunadamente, la investigación muestra que los guiones pueden ser modificados. Y lo que es más importante, ese cambio de guión se realiza cuando el nuevo guionista decide ser uno mismo, reescribiendo el guión a su modo a partir de un progresivo proceso de toma de conciencia de cuáles son los elementos que condicionan y, a la vez, de cuáles son los deseos legítimos según los que la persona quiere vivir su vida.
Según Berne, un guión es un plan de vida que contiene lo más significativo de lo que le va a suceder a una persona. No se trata de un destino determinado por los dioses, sino que tiene su origen en los comienzos de la vida, en la infancia, en las tempranas decisiones que toma una persona joven para adaptarse y sobrevivir en su entorno y que quedan instaladas como un programa que conduce a la persona en el futuro y de manera inconsciente, salvo que ésta decida tomar consciencia de las creencias y decisiones inconscientes que gobiernan. El guión de vida, por tanto, se basa en las decisiones tomadas en la infancia, con la información y recursos disponibles en ese momento y que dan lugar a la creación de una cierta posición, esperanzas y curso de la vida. Son, en su momento, una solución aparentemente razonable para la situación existencial en la que se encuentra el niño.
Probablemente, la mejor manera de resumir lo que pensaba el doctor Berne se encuentra en el siguiente aforismo, que repetía a menudo: "Las personas nacen príncipes y princesas hasta que sus padres les convierten en ranas". Eric Berne sostenía que en una situación en la que el joven no esté bajo presión, las decisiones importantes acerca de la vida no deberían tomarse antes de la adolescencia, pero el guión de vida es el resultado de un conjunto de decisiones prematuras y forzadas, ya que han sido tomadas bajo presión y mucho antes de lo que es debido.
Dado que es en la infancia más tierna cuando se establecen las bases de la famosa autoestima, del valor propio y del valor de los demás, se trata de tomar conciencia de cuáles son los elementos de ese guión, entre los cuales cabe destacar los siguientes:
Los mandatos. El mandato o "la maldición", utilizando la terminología de los cuentos de hadas, hacen referencia a las prohibiciones o inhibiciones en el comportamiento del niño. Siempre se refieren a la negación de una actividad y están en relación directa con los deseos, temores o enojos de las figuras parentales. Según Berne, los mandatos son los mensajes que llegan al niño (principalmente de forma no verbal) a base de ser repetidos día tras día por sus padres o por las personas que tienen una fuerte influencia emocional en él, o excepcionalmente a causa de una circunstancia vivida como dramática.
Un segundo elemento importante a la hora de construir el guión de vida son las atribuciones. Como su nombre indica, una atribución le dice al niño lo que debe hacer o lo que debe ser. A diferencia de los mandatos, que son de naturaleza limitante, las atribuciones cargan al pequeño con aquello que se espera o desea que sea. También, como en el caso de los mandatos, la posible lista de atribuciones es ilimitada: "eres como tu tío", "eres igual que el abuelo", "eres... bueno, malo, listo, torpe, sano, frágil, especial, distinto, tremendo, etcétera". Etiquetas que, a base de repetición, se pueden colgar en la mochila que moldea la identidad de un pequeño que busca ser amado, protegido y reconocido.
Una revisión del guión de vida implica analizar diferentes dimensiones de la existencia relacionadas con el deseo, las creencias, las elecciones y las vocaciones. Por eso el trabajo no es rápido ni sencillo. Todo ello para redefinir la propia identidad, si cabe, así como las creencias y los permisos que nos acompañan en relación con las cuestiones más importantes de la vida: la pareja, el sexo, la religión, la vocación, la política, el placer, la prosperidad, etcétera.
El futuro de cada ser humano depende de muchas cosas, pero no conviene obviar la propia responsabilidad como uno de los factores, por no decir el factor, de mayor importancia. Esa responsabilidad se expresa en la voluntad y capacidad de generar cambios en uno mismo y en las propias circunstancias. Y, sobre todo, en la determinación para asumir la dirección de la propia vida realizando los cambios y renuncias que sean necesarios para ello. Porque quizá la consecución de la verdadera libertad llega cuando somos capaces de renunciar a lo que somos en favor de lo que podemos llegar a ser.

Ejercicio sobre el guión o argumento de vida.
Lee previamente el material para familiarizarte con el mismo.
Puedes hacerlo "de una sentada" o en varios días, agregando la información que vaya surgiendo por asociación de lo ya descrito, por mayor introspección, etc.
En las preguntas que desconozcas la respuesta, busca la manera de adquirir mayor información, si esto no es posible de ningún modo, contéstalas según supongas que fue.

- ¿Qué clase de vida llevaban tus abuelos?
- ¿Cómo era tu abuelo materno y qué vida llevaba?
- ¿Cómo era tu abuela materna y qué vida llevaba?
- ¿Cómo era tu abuelo paterno y qué vida llevaba?
- ¿Cómo era tu abuela paterna y qué vida llevaba?
- Realiza tu organigrama familiar incluyendo, al menos, desde tus abuelos hasta ti. Especifica sexo y edad.
- ¿Se dan coincidencias llamativas?
- ¿Cuándo y cómo se conocieron tus padres?
- ¿Cuándo y por qué se casaron?
- ¿Cómo fue que tu madre quedó embarazada de ti?
- ¿Cuantos hijos querían tener tus padres?
- ¿Por qué? (Si no lo sabes, supóntelo, por favor.)
- ¿Cuál es tu posición en la familia?
- ¿Cuál es la fecha exacta de tu nacimiento?
- ¿Tiene esta fecha alguna significación especial para ti?
- ¿Y para tu familia?
- ¿Fuiste deseado y/o planeado?
- ¿Lo deseabas tú?
- ¿Dónde y cuándo fuiste concebido?
- ¿Cómo te sientes en el vientre de tu madre?
- ¿Qué sienten tus padres mientras esperan que nazcas?
- ¿Cómo lo pasó tu madre en tu nacimiento?
- Después de nacer: ¿Eres tú a quién esperaban?
- ¿Tienes el sexo que ellos querían?
- ¿Quién te cuida?
- ¿Cómo lo hace?
- ¿Qué siente tu madre?
- ¿Cómo es ella?
- ¿Qué siente tu padre?
- ¿Cómo es él?
- ¿Quién decidió tu nombre?
- ¿De dónde procede tu nombre?
- ¿Y tus apellidos?
- ¿Cuáles fueron tus apodos y por qué?
a) En la familia:
b) En el colegio:
c) Otros:
- ¿Cómo te llaman ahora en tu familia?
- ¿Y tus amigos?
- ¿Qué pensabas de ti mismo cuando eras pequeño?
- ¿Qué decidiste sobre la vida?
- ¿Qué te parecía el mundo?
- ¿Qué te parecían las demás personas?
- ¿Recuerdas alguna decisión concreta tomada desde muy niño?
- ¿Eres un triunfador o un fracasado? (Razona la respuesta).
- ¿Desde cuando lo piensas?
- ¿A qué clase de gente miraban tus padres por encima del hombro?
- ¿Y a qué clase de gente admiraban?
- ¿Qué clase de gente prefieres tú?
- ¿Qué clase de gente te disgusta?
- ¿Cuál es el cuento qué más y mejor recuerdas de entre los que te contaron cuando eras pequeño? (Cuéntalo).
- ¿A qué figura histórica (familiar o no, próxima o lejana) has admirado más y por qué?
- ¿Con quien te comparaban y te comparan ahora?
- Completa las frases en función de tu infancia:
i. Este niño/a es como...
ii. Es igual que...
iii. Se parece a...
- ¿Cómo les va a esas personas y qué han hecho con sus vidas?
- ¿Cuál es la frase o frases más repetida por tu padre para referirse a ti?
- ¿Y por tu madre?
- ¿Qué previsiones se hacen sobre tu porvenir?:
i. "Este chico/a va a llegar a..."
ii. "Este chico/a va a terminar..."
- ¿A quién consideras que te pareces?
- ¿Cómo son las personas que más impacto te han producido?
- ¿Cuál era tu cuento favorito cuando eras pequeño?
- ¿Y cuál tu personaje favorito?
- ¿Cómo te llevabas con tus profesores en la escuela?
- ¿Y ellos contigo?
- ¿Cómo te llevabas con tus compañeros en la escuela?
- ¿Y ellos contigo?
- ¿De que hablaban tus padres en la mesa a la hora de comer?
- ¿De qué hablas con tus amigos?
- ¿Quién es ahora tu héroe?
- ¿Quién es la peor persona del mundo?
- ¿Y la mejor?
- ¿Has tenido alguna vez una pesadilla?
- ¿Qué clase de mundo ves en esa/s pesadilla/s?
- Cuéntame un sueño que recuerdes.
- ¿Cómo te ve la gente?
- ¿Cuál es la reacción más frecuente de tus padres cuando las cosas se ponen feas?
- ¿Cuál es tu reacción más frecuente cuando las cosas se ponen feas?
- ¿Qué es lo mejor que puedes hacer con tu vida?
- ¿Qué es lo peor que puedes hacer con tu vida?
- ¿Qué quieres hacer con tu vida?
- ¿Qué esperas estar haciendo dentro de 5 años?
- ¿Qué te gustará estar haciendo dentro de 10 años?
- ¿Dónde esperas estar dentro de 10 años?
- ¿Qué te gustará estar haciendo dentro de 10 años?
- ¿Cuál es tu animal favorito? ¿Por qué?
- ¿Qué animal te gustaría ser? ¿Por qué?
- ¿Cuál es el lema de tu vida?
- ¿Tienes "vicios" que quieras dejar?
- ¿Desde cuándo los tienes?
- ¿Desde cuándo los quieres dejar?
- ¿Quién los tiene o tenía de tu familia?
- ¿Has pensado (o intentado) en el suicidio alguna vez?
- ¿Lo pensó, intentó o realizo alguna persona de tu familia?
- ¿Cuáles son tus recuerdos más penosos?
- ¿Y cuáles tus recuerdos más placenteros?
- ¿Qué experiencias, compromisos y éxitos han dado sentido a tu vida?
- ¿Te arrepientes de algo? De ser así, ¿Qué podrías haber hecho de manera diferente?
- ¿Qué puedes hacer ahora de manera diferente?
- ¿Qué es lo que más te ha gustado hacer en tu vida?
- ¿Cuál puede ser el epitafio que resuma lo que ha sido tu vida?
- ¿A qué edad crees que vas a morir?
- ¿Cómo escogiste esa edad?
- ¿Quién murió a esa edad?
- ¿Cómo va a ser tu muerte?
- ¿Quién estará junto a tu lecho de muerte?
- ¿Cuáles serán tus últimas palabras?
- ¿Que dejarás?
- ¿Qué pondrá en tu lápida?
- ¿Qué te gustaría que pusiera?
- ¿Qué sorpresas se encontrarán tras tu muerte?
- ¿Tu verdadero yo domina siempre las acciones?
- ¿Tienes alguna fijación sexual?
- ¿Con cuanta antelación empiezas a preocuparte de las cosas?
- ¿Cuánto tiempo sigues preocupado por las cosas una vez terminadas?
- Enumera ahora las cosas que realmente haces para hacer verdad lo que se esperaba de ti.
- ¿Qué quieres cambiar?
- ¿Cómo lo vas a hacer?
- Finaliza ahora como tú lo suelas hacer.

Labels:

0 Comments:

Post a Comment

<< Home